Shin chan (Crayon Shin Chan en realidad) y Calvin (de Calvin y Hobbes) son bastante más traviesos e hiperquineticos que los otros dos muchachos, reflejo más de su época. Son un par de bribones. Si Mafalda hacia preguntas indiscretas, estos otros muchachines realizan cosas, son más activos y necesitados de ritalin que sus predecesores.
Shin Chan carece de un amigo imaginario, por lo que nadie lo refrena cuando está solo. Reconosco que en occidente la mayoría lo conoce por la serie de televisión, pero como todo personaje exitoso en Japón, este preescolar residia en las páginas de la revista Futubasha Manga's Town desde 1990 . Un retrato de la clase media de una sociedad que convive con la tradición y la ezquizofrenia de la tecnología. En su derecho de niño, Shin se burla de esas tradiciones y costumbres, al no estar impuestas en su mente con la crianza, para desesperación de sus padres, maestros y algunas veces sus amigos, quienes lo elevan a la categoría de líder . El unico que no lo juzga es su mascota, no tan presente en sus aventuras como un tigre relleno de algodón, pero que observa desconcertado al pequeño dueño sin ningún complejo de Lassie. Shin Chan, un manga orientado a los adultos, vive sin complejos su existencia, manifiesta sus deseos sin inhibiciones y en el fondo vive como muchos japoneses ( y occidentales) quisieran: sin culpas.
Durante diez años desde 1985, Calvin y su amigo aparecieron en tiras de diario de la mano de Bill Watterson. A más de una década del termino de la serie, esta tira a medio camino entre la infantil y los funny animals, continua encantando a los mayores. La continuación de Shin Chan está interrumpida. Fue noticia hace poco el trágico fin de su creador, Yoshito Usui. Mal día escogió para salir a la montaña. Sus hijas continuaran con la serie han declarado, ¿Lo lograrán? No lo sé, pero ya no será igual.
Pero como con Calvin, con Charlie, con Mafalda, siempre podemos disfrutar de esas primeras aventuras anteriores igual que como evocamos nuestras propias memorias infantiles en esa aventura que es la vida.
2 comentarios:
la pena es que perdieramos al dibujante de shin chan con ese terrible accidente.
Lamentable, pero su obra permanecera con nosotros por el resto de nuestras vidas.
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