9 sept 2008

La Continuidad en Comics I : Umberto Eco y Marvel)


  Cuando Umberto Eco publicó su  libro “Apocalípticos e integrados”, Marvel Comics recién estaba en pañales. Analizando el fenómeno de la comunicación de masas, Eco redactó un ensayo sobre Superman y la figura del superhéroe. La mención de otros personajes fue bastante incidental y siempre colocados en relaciçon al hombre de acero. Y con respecto a él y el medio, Eco lo resumió a una frase clave:
Superman no puede consumirse porque un mito es inconsumible”
Es decir, según Eco, Superman, como producto mediatico y figura mítica, no puede avanzar en la vida porque con cada cambio avanza hacia la muerte. Vive atrapado en una disyuntiva de presente perpetuo y progresod el día a día.
Las razones que justifican el estancamiento del personaje (recuerden, cómics anteriores a 1964, año de publicación del texto) varían desde las económicas hasta las narrativas. Y claro, supuestamente a los lectores (y a los editores mucho más) no les interesaba invertir tiempo y dinero en un personaje que iba a dejar de existir.
Eco, al tipear en su maquina de escribir esas líneas, no intuyó la revolución en el medio que se gestaba con la presencia incipiente del proyecto capitaneado por Stan Lee y Jack Kirby llamado Marvel.
En Marvel ocurrió todo aquello que el semiólogo italiano criticaba en Superman: los personajes cambiaban, ya fuesen sus trajes (Iron Man), como en sus actitudes (en Avengers); regresaban después de años de ausencia (Capitán América), tenían varios intereses románticos (Spider-man), se casaban (Fantastic 4), o lo más increíble morían (Gwen Stacy). Y cada evento quedaba registrado no sólo en la memoria de los lectores, sino también en el recuerdo de los mismos personajes que podían pasar meses o años sufriendo las consecuencias de aquellas historias previas. Si por ejemplo, el Dr. Doom moría en un episodio de los Cuatro Fantasticos, no podía aparecer de nuevo espontáneamente. Debía explicarse CÓMO sobrevivió a su aparente muerte, lo que permitía contar otra historia para la revista. En síntesis, esta herramienta era también un buen mecanismo para vender números atrasados de la editorial.
Armada con la continuidad, Marvel logró que los lectores se identificaran mejor con Peter Parker que con Clark Kent y los integró a sus filas (no por nada el termino Marvel-Zombie es tan famoso), pues a través de los lectores la misma editorial corregía o explicaba aquellas historias o detalles aparentemente contradictorios, (que los guionistas eran humanos también), otorgando a sus lectores los entonces celebres “No-Prizes”.
Cada evento podía incluso afectar la continuidad de otras revistas y quedar almacenada en la memoria del lector. Y de manera similar a las teleseries actuales, diferentes capítulos conformaban un tapiz más complejo del universo Marvel. Con esta editorial se demostró no solo que los lectores exigían más y prestaban atención a las lecturas que caían en sus manos.
¿Quién diría que años después esa misma herramienta se convertiría en un arma de doble filo?
Aunque Marvel logró crear un ejercito de consumidores incondicionales que no abandonaron las revistas una vez superada la etapa adolescente, la formula de alargar el tiempo de su propio continuo se vuelve más y más complicada con cada año (real) que transcurre. Los cambios en los personajes, para seguir las tendencias de la moda del momento, terminan por llevarlos a un punto en que aquello que les hizo atractivos en primer lugar se pierde y hay un instante en que debes detenerte o de lo contrario enfrentaras, como Eco lo advertía, al consumo inevitable del mito.
Comparados a los tebeos orientales (de Manga y Anime) que finalizan en cierto punto, los cómics de superhéroes continúan avanzando en el tiempo, enfrentados a la disyuntiva de la temporalidad. Un obstáculo que en la Distinguida Competencia sortean con periódicos “reseteos” cósmicos, pero a los que Marvel se niega a recurrir.
O al menos eso parecía…
Continuara.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante este artículo. Estoy completamente de acuerdo con él; sólo quisiera aclarar el sentido icónico del hombre de acero. Si se tratara de un personaje aislado, la continuidad daría exactamente igual, pero al ser parte (¡y qué parte!)del universo DC se ve sometido a los avatares que este último sufra. Por tanto, Superman se encuentra en territorio de nadie, pues cambiar su vida, sus poderes, su aspecto es como ver a Marilyn morena o a Conan con corbata: deja de ser él.